La incontinencia urinaria se define como "la pérdida involuntaria de orina que constituye un problema social e higiénico objetivamente demostrable".
En algunas ocasiones la incontinencia urinaria va acompañada de debilidad en las paredes de la vagina y/o prolapso genital de uno o alguno de los órganos pélvicos, que requieren reparación quirúrgica. Estas cirugías tienen diferentes denominaciones y se requieren para reparar o bien sea las paredes anterior y posterior de la vagina, o la movilidad de la uretra, o el fondo de la cúpula vaginal.
Esta debilidad en las paredes de la vagina puede ocurrir como resultado del daño en los tejidos de soporte por los embarazos y/o partos o también por enfermedades metabólicas como la diabetes, que ocasionan lo que se conoce como vejiga inestable, que no mejora con cirugía, y requiere manejo farmacológico. Es por esto que es muy importante una adecuada valoración por personal calificado para un adecuado diagnóstico y tratamiento.
Actualmente existen técnicas quirúrgicas modernas para la corrección de la incontinencia urinaria femenina mediante el empleo de unas cintas de mallas libres de tensión (TVT) que se insertan mediante diminutas incisiones, brindando los beneficios de la cirugía mínimamente invasiva y con mejores resultados que las cirugías tradicionales.
El Dr. Néstor Wandurraga se ha subespecializado en este tipo de problemas y ahora Bucaramanga cuenta con este recurso.
Inicialmente la histerectomía o extracción de la matriz, se realizó por vía vaginal, exclusivamente en casos de prolapso de los órganos pélvicos, técnica que precedió por siglos a la histerectomía abdominal. Se habla de prolapso de órganos pélvicos cuando hay sensación de descenso de la vejiga, útero o recto en la entrada de la vagina, y se manifiesta como “una bola” que protruye solo al realizar fuerza (prolapso incompleto), y en casos mas avanzados protruye de manera permanente (prolapso completo).
La histerectomía vaginal sin prolapso HVSP, es una técnica quirúrgica que permite la extracción del útero a través de la vagina en ausencia de prolapso uterino y sin necesidad de realizar incisiones en la pared abdominal. Es una técnica quirúrgica que en manos expertas (un Uroginecólogo) y con instrumental quirúrgico adecuado, surge como alternativa para el manejo de la patología uterina benigna, con los beneficios de no requerir incisiones en el abdomen, lo cual permite no solo un mejor resultado estético, sino además una recuperación mas rápida.
Cada vez más mujeres consultan por aspectos de su anatomía intima que le generan incomodidad, insatisfacción, vergüenza y disminución de autoestima, limitando o inhibiendo una mejor y libre expresión de su intimidad en pareja. Estos aspectos ocurren en algunos casos de manera congénita como en las asimetrías (labios disparejos) de los labios, o hipertrofia (labios grandes y largos) de los labios menores, pero estas situaciones también se pueden presentar con el pasar del tiempo por los cambios a los que se encuentra expuesta la mujer a los largo de la vida y en otras ocasiones hay incremento en la amplitud de la vagina con disminución del tono muscular en vagina vulva y periné lo cual podría influir en una disminución de la satisfacción sexual en pareja.
Esto por lo regular se presenta en algunas mujeres luego de los embarazos y/o partos vaginales, por lo cual es el Uroginecólogo la persona más idónea para manejar la disfunción y cirugía reconstructiva del piso pélvico, incontinencia urinaria, reconstrucción y estética vaginal (vaginoplastia, labioplastia, y otros procedimientos relacionados).
Es importante dejar claro que la gran mayoría de las mujeres que tienen partos naturales tienen una recuperación adecuada sin generar cambios que afecten su intimidad.
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